@aespildorag

lunes, 31 de marzo de 2014

TIEMPO Y SONIDOS


La música está constituida por un conjunto de elementos que reunidos conforman la imagen sonora del fenómeno musical. Al referirnos a la música hablamos de melodía, armonía, ritmo, dinámica, timbre, textura, etc., aspectos que sin lugar a dudas se convierten en conceptos referenciales de cualquier análisis musical. Sin embargo, entiendo que existen dos protoconceptos o elementos básicos que inauguran la ramificación: se trata del tiempo y los sonidos.

El sonido es la dimensión puramente sensorial de la música. La obtención de un sonido concreto es lo que debe guiar a cualquier intérprete para elegir entre sus diferentes herramientas. El sonido como primer fin nos ayudará a establecer las necesarias correcciones sobre el timbre, la dinámica, la técnica, el pedal pianístico, etc. Por otra parte, y siempre asociado al sonido profundizamos en el protoconcepto tiempo, esto es, en la organización intencional de los sonidos. Hemos subrayado la dimensión intencional ya que la coherencia de la sucesión de los sonidos requiere una intención artística, un propósito para proyectarlos de una determinada manera.

El título de este blog sobre música alude, pues, a estos dos protoconceptos. Ambos están inspirados plenamente en la imagen estética de la música. Aun cuando se trate de conceptos algo abstractos son aplicables a través de representaciones concretas desde edades muy tempranas. La elección de dinámicas, elementos técnicos, aspectos agógicos,etc., debe responder a criterios conscientes. Conviene enfatizar la expresión "debe responder" ya que es ahí precisamente por lo que hay que incidir fundamentalmente en los dos protoconceptos de tiempo y sonidos. La inmediatez de la práctica musical nos aleja fácilmente de sus dimensiones conceptuales y, por ende, de la imagen estética que siempre debe guiar la interpretación. Por ello, el aprendizaje musical debe focalizar esta dimensión intencional de manera que ayudemos a crear prácticas como resultados de una imagen estética deseada y no una producción puramente azarosa.

REFLEXIÓN SOBRE LA SEMANA DE LA MÚSICA EN EL CONSERVATORIO PROFESIONAL FRANCISCO GUERRERO


Desafortunadamente, percibo que cada vez nos encontramos más lejos de la sociedad y de sus aspiraciones musicales. Desde luego que ello tiene mucho que ver con los nuevos estilos de vida y con su inherente inmediatez (casi instantaneidad). Y desde luego nada más lejos de la comprensión de la música impartida en los conservatorios que la instantaneidad. Los mercados, y, de esto hay mucho siempre en cualquier cuestión cultural de nuestra época, no entienden aquello que la escuela de Frankfurt vino a llamar "alta cultura". Si a todo esto añadimos el proceso de aislamiento en que frecuentemente caemos en nuestras aulas, conviene felicitarnos por la semana cultural celebrada en el Conservatorio Profesional de Música Francisco Guerrero de Sevilla.

Desde el lunes 17 al viernes 21 de marzo hemos disfrutado de unas jornadas en las que se han desarrollado actividades musicales muy variadas, todas ellas con un alto contenido didáctico. Es sencillamente fabuloso que se haya organizado un elenco de actos que nos haga estar ante casi un festival de música.

En apenas cinco días los alumnos de las diferentes especialidades han podido realizar cursos de viola, violonchelo, trompeta, clarinete, trombón, piano, percusión… Se han celebrado igualmente múltiples conciertos con gran variedad de formaciones instrumentales, proyecciones de películas relacionadas con el ámbito de la música, charlas informativas que tienen como destinatarios a diferentes sectores de la comunidad educativa.

Por si todo ello fuera poco, se ha aprovechado para que al mismo tiempo haya unas jornadas de puertas abiertas con la participación en horario matinal de alumnado de colegios de primaria. Nada mejor que esta aproximación a la sociedad para acercar la música a las escuelas.

Con esta iniciativa se ha conmemorado el 25 aniversario de la fundación del Conservatorio Profesional Francisco Guerrero. Y es la música viva la mejor forma para festejarlo. Estamos, pues, ante lo que podría haberse denominado Festival de Música Francisco Guerrero. Ojalá esta brillante iniciativa se prolongue en los próximos años y sirva para fortalecer la comprensión social de la música. Además, fórmulas como estas ayudan a potenciar la motivación de todos los sectores de la comunidad educativa y a salir de las aulas para generar música viva.

miércoles, 26 de marzo de 2014

LOS FUNDAMENTOS DE LA INTERPRETACIÓN PIANÍSTICA SEGÚN LEIMER


A pesar de haber pasado casi 83 años desde que el profesor Leimer escribiera los fundamentos de su método para piano, podemos decir que siguen plenamente vigentes. El que fuera fundador y profesor del Conservatorio de Hannover escribió sus postulados en dos libritos de obligada lectura para los pianistas: La moderna ejecución pianística (1931) y Rítmica, dinámica, pedal (1937).

Karl Leimer resume sus bases metodológicas en los siguientes aspectos:

- Entrenamiento del oído.

- Entrenamiento de la memoria.

- Relajamiento de los músculos.

El profesor Leimer subraya la diferencia de este fundamento en relación a otras teorías:

"Yo procuro alcanzar la sensación de relajamiento (distensión de los músculos) desde dentro, mientras que por lo general se trata de llegar a este resultado por medio de movimientos externos. Considero que todos los movimientos superfluos son perjudiciales y mis esfuerzos tienden a que laejecución pianística se cumpla siempre con el menor gasto posible de trabajo muscular".

- Posición del cuerpo: "Utilizo como posición fundamental para la ejecución pianística la posición natural de la mano tal como se establece al caminar con el completo relajamiento de los músculos. Durante la ejecución los dedos deben conservar en general la ligera curvatura natural, evitando toda flexión hacia adentro".

Leimer (junto a sudiscípulo e insigne pianista Walter Gieseking) expresan en La moderna ejecución pianística que los puntos capitales de este sistema son los que seguidamente transcribo de forma literal:

1. Posición natural de los dedos y del brazo, como al caminar.

2. Distensión instintiva de los músculos sin emplear movimientos exernos.

3. La mayor tranquilidad posible de la mano, del brazo y de los dedos antes de producir el sonido para alcanzar un toque consciente que satisfaga todas las exigencias.

4. Aprovechamiento de todas las posibilidades de ataque (toque activo de dedos y toque por peso de brazo).

5. Desarrollo de la memoria por la reflexión.

6. Adiestramiento del oído en la percepción del ritmo, de la dinámica y de la belleza del sonido.

7. Perfeccionamiento de la técnica y de la interpretación partiendo de la imaginación.

8. Naturalidad de la interpretación por la observbancia estricta de la escritura.


Bibliografía

Leimer, K. y Giseking, W. (1951) Rítmica, dinámica y pedal. Buenos Aires: Ricordi americana.

Leimer, K. y Gieseking, W. (1972) La moderna ejecución pianística. Buenos Aires: Ricordi americana.

jueves, 13 de marzo de 2014

EL DOCENTE DEBE DUDAR METÓDICAMENTE

Cualquier docente al ejercer su tarea vive la misma de una forma poliédrica. Es indiscutible que el alumnado pretende recoger frutos palpables de su profesor, esto es, un aprendizaje o una transferencia de resultados. Sin embargo, esta versión clásica de la docencia es cuanto menos limitada. El docente no es un mero transmisor de conocimientos, sino que cumple otros roles de crucial importancia para el buen desarrollo de su tarea.

El docente es un canalizador del ambiente de clase y debe propiciar en todo momento la fluidez y riqueza de la comunicación. En un ambiente concentrado, pero al mismo tiempo distendido, el diálogo encuentra mejores posibilidades para una retroalimentación en el proceso educativo.

Además, el docente debe buscar cuantas herramientas tenga en su mano para guiar al alumno en pos de los objetivos perseguidos. Es cierto que hay ocasiones en que el discente dificulta enormemente la tarea. Pero también hay otras ocasiones en que pretendemos amoldar a todos los alumnos a unas rutinas acomodaticias y muy cerradas. Cada alumno es un mundo y para esa diversidad debemos buscar un abanico de posibilidades. Si pretendemos alcanzar unos objetivos en el aprendizaje las herramientas utilizadas pueden ser múltiples siempre que, al final, alcancemos la meta diseñada.

Lo que hemos expresado es, si cabe, más fácilmente aplicable a las disciplinas musicales, sobre todo en asignaturas impartidas individualmente o en grupos muy reducidos. . El conservatorio como centro de élite acabó hace mucho tiempo y debemos emplearnos a fondo con cuantos alumnos nos lleguen, cada uno con sus posibilidades y consiguiendo como norma general de todos ellos que su experiencia musical sea enriquecedora y formativa.

Al igual que conviene reducir el número de casos de lo que llamo "alumnos-inercia", debemos limitar nuestros comportamientos-inercia. Entiendo que la mejor forma de no caer en estos comportamientos inerciales consiste en ejercer un permanente proceso de autoevaluación, así como un permanente proceso de investigación-acción. El aula es un espacio idóneo para bosquejar modificaciones correctivas sobre las herramientas utilizadas, máxime cuando en muchas ocasiones estamos trabajando con un número muy limitado de alumnos. Esta investigación-acción parte de una premisa insoslayable: el docente debe establecerse en la duda metódica y renunciar a posiciones dogmáticas. Las teorías de la investigación-acción son idóneas para las disciplinas musicales por focalizar el proceso educativo en los discentes. Conviene subrayar algunos aspectos de la action research:

– Qué: se investiga la práctica educativa.

– Quién: los investigadores no son especialistas ajenos al proceso educativo, sino que los propios docentes son investigadores para dejar de ser objeto de la investigación.

– Para qué: con la intención de mejorar la práctica educativa a partir de unos valores educativos concretos.

Pese a que pueda pensarse que esta perspectiva del docente minimiza su autoridad, estimo que, más bien al contrario, potencia precisamente sus perfiles, ya que la autoridad se basa en la capacidad para resolver situaciones de aula. La autoridad es el liderazgo para empeñarse y comprometerse en el trabajo con todos los alumnos y no sólo para hacerlo con aquellos que están especialmente dotados. La autoridad es el liderazgo para convertir a alumnos grises en solventes, para conseguir que los alumnos-inercia se conviertan en alumnos comprometidos, para generalizar entre sus discentes el aprecio por las artes musicales. La autoridad es, en definitiva, la capacidad metodológica del docente para encontrar nuevas vías que involucren al alumnado, para hacerlos partícipes de una experiencia formativa única.